Mayo 2022 | Artículos
El desperdicio de alimentos tiene un impacto en el medio ambiente mayor de lo que la mayoría de las personas se imaginan, el proceso que existe para que la comida llegue a nuestros platos es bastante largo. Los alimentos deben ser cultivados, procesados, empaquetados, transportados y comercializados antes de que lleguen a nuestras mesas y en cada uno de estos pasos, los alimentos pueden echarse a perder y, cada vez que esto ocurre, también se desperdician todos los recursos que se utilizaron en cada uno de esos pasos. Pensemos un momento en el agua utilizada para cultivar, el empaquetado y el transporte de los alimentos también requieren agua, cuando se desperdicia comida, toda esa agua también es desperdiciada. Esto puede ser equivalente a 45 billones de galones (170 billones de litros) de agua al año. Pero el desperdicio de alimentos también contribuye en gran medida a la emisión de gases de efecto invernadero. Los alimentos que se tiran suelen ir a parar a los depósitos de basura, donde durante su proceso de descomposición emiten metano, el gas de efecto invernadero.
El desperdicio de alimentos puede suceder mucho antes de que los tiremos de nuestro plato de comida o en la nevera. Los alimentos pueden desperdiciarse mucho antes de que pensemos en tirar la comida que tenemos en el plato o en el refrigerador. Mientras seguimos experimentando un efecto dominó de problemas logísticos en todo el mundo, ahora estamos viendo complicaciones en torno a las exportaciones de fruta, que afectan no sólo a la comercialización de la misma, sino que crean problemas de desperdicio de alimentos incluso antes de que el producto llegue a las estanterías. Los problemas con los retrasos en los procesos aduaneros, debido a los problemas de la guerra en Ucrania y el tiempo de viaje que esta superando a la media estimada está afectando el estado de la fruta comercializada, con estimaciones que indican que hasta el 10% de la fruta termina en desperdicio por la demora de los tiempos de llegada al mercado destino la cual se esta prolongando entre los 14 a 35 días.
Los efectos antioxidantes de los extractos de algas marinas
En los últimos años, el uso de extractos de algas marinas en la producción de cultivos ha crecido debido a sus beneficios tecnológicos y sustentables. En la actualidad, estos productos se utilizan en programas completos para el manejo adecuado del cultivo por sus efectos beneficos, como mejorar la tolerancia de las plantas al estrés abiótico, el crecimiento y desarrollo de los cultivos. Sin embargo un factor poco conocido es el impacto que estos tienen en la protección de las frutas y verduras contra la oxidación y como prolongan su vida útil.
Los resultados de la investigación han demostrado que los cultivos tienen una mayor actividad antioxidante cuando se aplica extracto de Ascophyllum nodosum de Acadian Plant Health, protegiendo la membrana celular y mejorando la integridad de la estructura de la membrana. “En última instancia, la estimulación de los antioxidantes puede dar lugar a una mayor vida de anaquel en las frutas y verduras al destruir los compuestos oxidantes antes de que se les permita proliferar dentro del sistema de la planta para inducir la ruptura de la membrana celular. Nuestra investigación descubrió que la vida de anaquel de las espinacas, lechugas, uvas, fresas, arándanos y nectarinas tratadas con algas marinas era significativamente más larga que la de los grupos de control cuando se midió la degradación de la fruta durante varias semanas”, dice la Dra. Holly Little, Directora de Investigación y Desarrollo de Acadian Plant Health™.
“Nuestros datos mostraron que fuimos capaces de reducir la degradación de los alimentos en aproximadamente un 10% para el día 15. Esto podría compensar la pérdida actual del 10% que experimentan los exportadores con los retrasos en los mercados de destino”, dice la Dra. Little. Esto ahorra costos de transporte, pero lo más importante es que garantiza que la fruta llegue al mercado y se venda.
Además de una vida útil más larga, los efectos de los extractos también se observaron en la calidad nutricional, con mayores concentraciones de hierro, potasio, proteínas solubles totales y fenoles totales en las espinacas tratadas con Ascophyllum nodosum en comparación con los testigos no tratados. Lo que aumenta la calidad comercial de estas exportaciones.
Ralentizar el proceso de oxidación y prolongar la vida útil puede reducir eficazmente el desperdicio de alimentos y los extractos de algas desempeñan un papel fundamental en este ámbito. Con una menor pérdida y desperdicio de alimentos, podríamos reducir los alimentos en los depósitos de basura, reducir las emisiones de efecto invernadero e inevitablemente también los efectos del cambio climático.